Los científicos aseguran que la tierra se puede medir, estimar la cantidad de agua que hay en los océanos y, calcular la distancia que existe entre la tierra, la luna y el sol, sin embargo el amor de Dios nadie lo puede medir, porque este va mas allá del razonamiento humano, y es obvio que la única vía para tener una idea de su excelso amor, es aceptar el regalo sublime que nos dio, es decir: a su único hijo Jesús, quien ofreció su vida, para morir en la cruz por todos los pecados de la humanidad, y así descubrirás que la única medida de su amor, es su vida misma.