¿Qué haríais si de repente os encontráis en una playa de una ciudad costera en el quinto pino de vuestro hogar de un país ajeno, sin conocer su idioma, sin dinero, sin vivienda, sin amigos, ni conocidos, sin na..., ni siquiera una posibilidad digna de volver a vuestra casa? Tan solo un diccionario ruso-español-ruso de tamaño y peso de dos ladrillos juntos y unas enormes ganas de seguir adelante sin saber cómo. Así estaba yo, también con unos rasguños en la cara, unos rasponazos en la rodilla y en los codos, como si fuera una niña de ocho años, pero en realidad casi de treinta y ocho...También os digo un alto secreto: ni la ensaladilla, ni la montaña rusas son del todo rusas y a demás de "mucho ruso en Rusia", conviven 160 naciones y culturas más, entre ellos mi Cáucaso. En esta novela vais a encontrar unas canciones típicas de mi gente, unos versos rusos con la única traducción en el mundo. A lo mejor, para alguien este libro le podría servir de guía ¿cómo coño se puede convivir con estos rusos y ucranianos? o ¿cómo conquistar a una chica del Este, vivir felices y comer perdices y no siempre quitarse los zapatos a la entrada, pero enseñarle meter la manta debajo del colchón? Con mucho amor, admiración y cariño vuestra Andaluza Rusa.