El 27 de abril de 2017, se cumplen ochenta años de la desaparición física de este ¿Pequeño Gran Gigante de Ales¿, Antonio Gramsci, ser extraordinario, que supo captar la esencia de su gentilicio sardo junto a la tragedia que ya se visualizaba en la Italia de su tiempo, desde los movimientos de los trabajadores del norte, a los sufrimientos de los campesinos del sur. Se sumergió en el tejido social para comprender y luchar por el socialismo, y tuvo que pagar en carne propia la cárcel fascista de Mussolini. A ocho décadas de su siembra definitiva, hoy lo recordamos desde este rincón del mundo, desde Venezuela, con las esperanzas renovadas de sus sueños y su lucha por una sociedad, su ¿Ciudad futurä, su ¿Ordine Nuovo¿, que logre superar las contradicciones del capitalismo.