Desde su inicio, los trasplantes de órganos han estado limitados a la disponibilidad de donantes y a la posibilidad de extraerlos en las mejores condiciones, tanto para garantizar la máxima funcionalidad del mismo, como para asegurar las máximas posibilidades de éxito en la reimplantación. Mientras que inicialmente se consideraba - casi exclusivamente - como donantes óptimos aquellos pacientes en muerte cerebral, se ha iniciado la promoción de la donación de órganos en sujetos fallecidos por criterios circulatorios y respiratorios (donación en asistolia). Dentro de este tipo de donación se encuentra la Donación en Asistolia Controlada (DAC o Tipo III de Maastricht) que ha provocado desde sus inicios importantes debates bioéticos, sin que hayan trascendido en la forma adecuada a pacientes y a la opinión pública en general. La presente obra analiza los procedimientos de la donación en asistolia controlada, y los conflictos bioéticos que generan, así como las posiciones preponderantes actualmente al respecto, proponiendo finalmente, una serie de medidas a adoptar para que este tipo de donación se pudiese realizar con las máximas garantías para los pacientes.