Como todos los veranos Eduardo y sus padres, Nicanor y Rocío, van a Viveiro, un pequeño pueblo pescador de Galicia donde todavía viven los abuelos del chico. Cuando llegan, Eduardo conoce al tío Juan, un anciano pescador que lleva una solitaria vida y que parece ocultar multitud de secretos y recuerdos en su interior. La figura de Juan atrae, cada vez más, la atención de Eduardo. El viejo le cuenta al muchacho la historia que le convirtió en un solitario ''lobo de mar¿'.Cuando era joven, se enamoró de una chica llamada Marina. Su amor era muy grande, pero, por aquel entonces, quien quisiera casarse tenía que ser capaz de ofrecer una estabilidad económica y laboral. Por esta razón Juan se enrola, junto a su hermano pequeño, Pablo, en una embarcación de pescadores rumbo a las Islas Feroe, donde conseguirían el suficiente dinero para sus objetivos: Juan para organizar su boda con Marina y Pablo para realizar sus estudios fuera del pueblo donde nació. Sin embargo, cuando están a punto de regresar a casa, Pablo es atacado por un pulpo gigante, al que los lugareños denominan el ''diablo¿'. Pablo muere y Juan jura no parar hasta destruir el monstruo que acabó con la vida de su hermano.Para ello, Juan renuncia a su boda con Marina, ya que no sabe el tiempo que va a durar su venganza. Varios años después después consigue atravesar los tres corazones del ''diablo¿' y regresa a casa con la esperanza de que Marina le esté esperando, pero descubre con horror, que su prometida falleció a los dos años de su partida de tuberculosis. Este hecho sume a Juan en una inmensa tristeza que le dura hasta sus años de anciano.Eduardo queda impresionado con la historia del anciano y éste le regala un nocturlabio, un antiguo aparato que facilita la navegación y que Juan heredó del capitán del último barco con el que llegó hasta el gran pulpo para matarlo. El verano se acaba y Eduardo regresa a la ciudad con el sentimiento de haber escuhado la más increíble historia jamás contada.