Reseña : ¿Cuentos?, ¿novela?, ¿memorias? Quizás sólo un libro escrito a las puertas de la muerte puede ser tan libre y tan arriesgado.
Antes de esa cerrazón, sin embargo, vendrían sucesivas crisis. ¿Cómo
podría llevar adelante un plan narrativo que iba a estar expuesto a
constantes interrupciones? Escritor a toda prueba, encontró la única
fórmula posible: incorporar la interrupción como parte de la historia,
transformándola de esa manera en un recurso literario.
En clave alegórica, con elementos tomados del absurdo y ciertos guiños
donosianos, las dos primeras partes –El espíritu de las leyes y Café
vienés- permiten reconocer, respectivamente, los intereses del
republicano y del hombre enamorado del teatro.
En la tercera parte se han reunido seis relatos que podrían
corresponder a los trabajos finalistas del concurso convocado por el
taller literario La utopía del ciudadano al que alude la primera parte del libro.
La crisis, el quiebre, la pérdida –de nuevo- de un orden, de una
“normalidad” -en el Congreso Nacional, en el teatro- derivan en la
necesidad de establecer un nuevo orden que por instantes se acerca a un
espectáculo grotesco. Una vez más, ante la pérdida surge una propuesta
literaria. Pero en esta ocasión es tan al límite como el mismo gesto de
escribirla.