En este libro, Bernardo Campos trata de un tema de la teología cris-tiana que él conoce con profundidad, por teoría y por experiencia personal. Pues él mismo es un teólogo pentecostal. El libro trae a la luz aspectos del pentecostalismo prácticamente desconocidos, hasta por adeptos del mismo movimiento. Por lo tanto, recomiendo la lectura de este libro a todos los cristianos en general y, en especial, a todos los estudiantes de teología.