Un largo e intenso viaje a través del mundo: Chirbes empieza su paseo
literario en las calles de Pekín y lo cierra en la contemplación de una
escéptica estampa mediterránea. En el medio del recorrido, una
educación sentimental. Escribir es, entonces, salvar la distancia entre
lo que el viajero desea y lo que de verdad se encuentra. Los mercados
de Cantón, el esplendor de Hamburgo, el París postal del Sena, la
música de mariachis en Guadalajara, los rascacielos de Hong Kong, el
fluir del tiempo en la Plaza Mayor de Salamanca, son escenarios que
devuelven la historia íntima de una ilusión que el paso del tiempo y el
conocimiento han ido tejiendo hasta componer una forma de enfrentar la
vida. Así, la reflexión acerca de los mecanismos que construyen la
ciudad alterna con lecturas, paseos y experiencias, y este viajero
sedentario nos muestra cómo ha aprendido lo que desconocía de sí mismo
en el reverso de la ilusión de cada etapa.