El amor es un modo de destino. Los poemas de Fragmentos de un discurso enamorado nombran y ordenan las sucesivas cristalizaciones del destino amoroso: desde el asombro primero a la siempre penúltima sorpresa, desde el insostenible presente de la ausencia "donde sólo sucede la ceniza" al remansado tiempo compartido y desde el balbuceo a la palabra cómplice. En un perpetuo diálogo, que no excluye el humor y la ironía, del personaje del amante consigo mismo o con el personaje de su interlocutor, que es un juego de lámpara y espejo. Francisco Castaño ha publicado con anterioridad los libros de poesía Breve esplendor de mal distinta lumbre y El decorado y la naturaleza .