La cortesana de Dios no es una novela cualquiera. A través de la historia de la marquesa Cayetana Acevedo y el duque José María Vallucal, su autora expresa toda la identidad asturiana propia de un momento histórico determinado. Para ello, entre otros recursos, la escritora se apoya en todo momento en multitud de palabras y expresiones propias del argot y de las hablas de Asturias, reivindicando de este modo esa identidad y ofreciendo al lector un evocador viaje a esa tierra que tanto ama y a la idiosincrasia de sus gentes.