Alejandro vive en el interior de una Zona residencial cerrada, autosuficiente y con una fuerte seguridad privada. Durante la madrugada de su cumpleaños tres intrusos logran introducirse al lugar para robar en una de las casas. En el ataque una anciana fue asesinada, sin embargo la muchacha de la casa logró huir y dar aviso. Dos de los ladrones fueron abatidos por la guardia privada, pero uno de ellos logró escapar y permanece prófugo en el interior de la Zona. Los residentes se reúnen en la casa de los padres de Alejandro y después de una áspera deliberación deciden cazar ellos mismos al ladrón sin dar aviso a la policía exterior. Las opiniones discordantes son minimizadas. Comienza formalmente la cacería.