El cultivo de la manzanilla es una alternativa de producción en pequeñas áreas. Con el objetivo de conocer cuáles son sus exigencias para maximizar los rendimientos se estudió su comportamiento con deficiencia hídrica y fertilización nitrogenada. Condiciones de déficit hídrico no muy pronunciado redujeron el crecimiento de tallos y hojas con impacto negativo en el rendimiento, tanto en el número como peso de las flores. Una dosis de N de 60 kg ha-1 aplicada antes de floración no modificó los componentes del rendimiento. La manzanilla requeriría de una buena provisión de agua para maximizar el rendimiento, presentando una baja respuesta al nitrógeno cuando la disponibilidad de agua no es suficiente.