En el sacro Amazonas de finales del siglo XIX el drama del olor a carne quemada por la supervivencia, evoca la explotación infame que sufren los moradores de aquellas tierra por un producto que los lleva a la muerte en vida: "El Caucho".

Mientras que todos luchan por sobrevivir, Terezinha aún con las mejillas sonrosadas y finas, quiere convertirse en astrónoma y todos viven el drama de ver sobrevolar el primer avión en las riberas del sagrado río, rememorando a Charles Lindbergh.

Remontando el Amazonas a contracorriente, la inopia y la miseria acompañan a traficantes de la trashumancia en forma de sirenas y delfines rosados. Allí emergen chamanes creyentes de la misericordia esperanzadora, quienes danzan con serpientes el hado paradisiaco del infortunio y el abandono, pirañas que devoran reses en un minuto revelan a gitanas alquímicas las claves del desamor mientras que los secretos del curare y la cerbatana, fluyen en medio de aquella Amazonía ancestral clamando justicia aún en nuestros días.