Autores: M. Cerrolaza. O. Cerrolaza. B. Llovet
Pasaporte B1 está constituido por
8 módulos. Estos módulos presentan unidades de intención y
necesidades:

1. Describir el arte y el arte de describir
2. Hablar de la educación
3. Practicar deporte
4. Conocer el sector financiero
5. Recomendar establecimientos públicos
6. Argumentar sobre la ciencia
7. Hablar del medio ambiente
8. Describir el mundo de la cultura

Cada módulo consta de cuatro ámbitos: Personal – Público –
Profesional – Académico, cuatro contextos de uso de la lengua con fines
generales, no específicos, en los cuales se desarrollan las intenciones
de habla en diferentes situaciones, con diversos interlocutores y
estilos, y con variados y peculiares tipos de textos.

Cada uno de los tres primeros ámbitos parte de un Referente cultural
que permite al estudiante activar sus conocimientos previos.
En cada uno de estos ámbitos se trabajan los contenidos y habilidades
necesarias para que, al finalizar, el alumno pueda realizar la actividad
de comunicación, real, basada en sus propias necesidades e intereses de
usos de la lengua, la acción.
Cada ámbito trabaja de forma secuenciada las siguientes competencias
lingüísticas comunicativas: las lingüísticas (léxica, gramatical),
la pragmática-funcional y la sociolingüística, de tal forma que el
alumno tenga el conocimiento del vocabulario y las expresiones, el
entendimiento de las reglas gramaticales y la sensibilidad hacia el uso
de la lengua necesarios para realizar con éxito la acción.

El ámbito académico, al ubicarse en el contexto de aprendizaje de
la lengua, presenta una estructura particular.

Enfoque Arte Hispano ofrece imágenes de Hispanoamérica en las que
se hace especial hincapié en el carácter estético/artístico de las
mismas. Se presentan obras pictóricas, arquitectónicas, musicales
representativas de tendencias propias del mundo hispanoamericano.

Planteamiento metodológico y objetivos pedagógicos:

La metodología, basada en los principios del enfoque por
competencias dirigido a la acción, contempla al estudiante en tres
dimensiones:
1. El alumno como agente social que aprende una lengua y una
cultura para poder actuar en ellas y así desarrollar sus competencias
lingüísticas comunicativas (conocimientos, destrezas y habilidades
lingüísticas).
2. El alumno como hablante intercultural, ya que el uso de la
lengua se desarrolla siempre en unos contextos culturales y sociales. La
cultura cotidiana, de la comunicación interpersonal, de los hábitos y
las costumbres, está presente de forma constante en cada una de las
actividades y propuestas de clase, integrando así cultura y sociocultura
con el aprendizaje lingüístico. Se trata de enmarcar las situaciones,
los diálogos y las actividades en la realidad cultural de la lengua que
aprenden los alumnos, el español.
3. El alumno como aprendiente autónomo, que se siente ubicado en
todo momento en el proceso de adquisición y que tiene la posibilidad de
evaluar su aprendizaje y de reparar las posibles deficiencias para así
tomar responsabilidad sobre su propio dominio de la lengua.