Se puede pasar toda una vida en Roma y, aun así, no saberlo todo sobre la ciudad eterna. Se puede tener un buen conocimiento visitándola durante una semana o más, pero si sólo se dispone de 48 horas, hay que estar dispuesto a experimentar Roma tanto como sea posible.
Puede confiar en un operador turístico que le meta en un grupo como ovejas, o puede pagar un dineral por una visita guiada privada. También puedes organizar tu tiempo, buscando en Internet toda la información que necesites.
Por desgracia, la mayor parte de la información que obtienes de esta manera refleja la increíble cantidad de dinero que se gastan los operadores activos en el negocio del turismo para acabar en los primeros puestos de la página de resultados de búsqueda.
A veces, el resultado dice que la iglesia o el museo que te interesan no son de visita gratuita, sino que sólo se pueden visitar mediante visitas guiadas. Supongamos que tiene paciencia y conocimientos. En ese caso, podría descubrir en la página diez de los resultados que el sitio web oficial de la iglesia o el museo dice precisamente lo contrario, y que es gratis, o que hay que pagar un precio mínimo por algún servicio, como la audioguía, o el acceso en ascensor a la azotea.
Hice toda esta investigación en su nombre para este folleto, e incluí los resultados en mi escrito.