Presento en esta obra, dos paquetes de poemas: los clásicos y las filigranas. Cuando menciono clásicos, me refiero a aquellos poemas de corte tradicional, en los cuales se tienen en cuenta una serie de normas, como es la métrica, la prosodia, la rima y una serie de formatos los que para manejarlos hay que estudiarlos con mucho cuidado y requieren de un conocimiento previo. Hay que ajustarse a la normatividad que la literatura establece para los que, como yo, se atreven a incursionar en ese campo.

Cuando hablo de filigranas, estoy refiriéndome a aquellas obras que tienen un toque especial, un toque discreto. Además de estar sometidos a la normatividad literaria, tienen un ingrediente adicional que las hace especiales. Tienen un grado de dificultad superior. Como en joyería, son verdaderas obras de arte, donde el poeta pasa al plano de la creación artística y hace trascender la obra como una pieza que tiene un valor agregado, un verdadero joyel.