Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo en la región amazónica donde habitan los indios shuar, con quienes aprendió a conocer la Selva, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo. Un buen día decidió leer las novelas de amor que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín. En ellas intenta alejarse de la estupidez de esos forasteros que creen dominar la Selva porque van armados hasta los dientes. Descritas en un lenguaje cristalino y preciso, las aventuras del viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra memoria.